El refugio de tu Alma se encuentra en tu consciencia, en toda esa información que vas adquiriendo encarnación tras encarnación. Tu Alma deja el cuerpo físico tras el aprendizaje adquirido y regresa a casa como si fueran las vacaciones de verano tras la superación (o no) de los «exámenes finales». No pasa nada si te queda una asignatura o más pendientes. Reflexiona sobre lo que has hecho, lo que has aprendido y sobre todo perdónate para que los demás también te perdonen.
El refugio de tu alma está en ese lugar que tú determines con tu Ser Superior para vuestra comunicación e interacción. Inicialmente se encuentra en una cueva, la cueva donde se refugia el personaje Quirón, ese sanador herido que te sonará porque da nombre a una red de centros hospitalarios homónima. Quirón te invita a entrar en tu cueva, te anima a buscar ese lugar sagrado donde poder entablar una conversación con tu Alma. Elige ese espacio sagrado para poder enfrentarte a tus miedos, tu herida y poder sanarla.
Fernando Pessoa también te invita a que crees tu propio espacio sagrado de comunicación con tu Ser Superior:
Constrúyeme una cabaña
En el bosque, un hogar simple, silente,
Como el respiro en el sueño,
Donde los deseos nunca deambulen
Y el placer todo lo guarde.
(“Constrúyeme una cabaña», trad. Juan Adam)