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Alimenta tu alma con literatura

El ADN se puede modificar

Reprograma tu ADN con la lectura

Hablar del ADN nos remonta a entender primero qué es el EGO ya que estamos hablando de energía controlada por nuestra personalidad. El EGO es un ente energético por sí solo con una fuerte personalidad o múltiples personalidades provenientes, en cierto modo, de lo que nuestro ADN ha acumulado durante los años de evolución. Esta personalidad se transforma en diferentes facetas y caracteres que salen a la luz sin ser conscientes de ello. Esta personalidad engloba nuestras sensaciones, pensamientos comportamiento y miedo, entre otras emociones. Las diferentes versiones de nuestro EGO afloran según las exigencias de nuestras circunstancias. Es por eso que nos encontramos con diferentes tipos de EGO, según cada circunstancia que estemos viviendo y cómo nos esté afectando emocionalmente. Así pues, tenemos nuestro EGO sabio, consejero, valiente, según el contexto en el que nos encontremos. Esto son diferentes representaciones de nuestro EGO.

El cerebro humano

Lo que vemos está basado en menos del 50% de la información captada del exterior y nuestro cerebro humano compone el otro 50% de la información con los datos de los que ya dispone, ese banco de información procedente de la programación que tenemos en nuestro ADN. Esa programación en nuestro ADN hace que cada uno de nosotros percibamos la información de manera diferente: el holograma final o representación tridimensional de ese objeto o situación es creado según la información que tenemos programada en nuestro ADN. Ahí estriba la importancia de reprogramar nuestro ADN porque reprogramando nuestro ADN, que es energía, como nosotros también somos energía, estaremos atrayendo esa energía del mundo exterior que esté representada en nuestro interior.

El ADN y sus partes

El ADN está formado por dos bandas de ácido desoxirribonucleico, que traen codificada toda la información morfogenética, la información que tiene la raza humana, en nuestro caso, desde que fuimos homínidos. Esa información es la que tiene que ver con nuestro color de piel, de ojos, de cabello, nuestra estatura, nuestro peso, etc. Pero algunos científicos han profundizado aún más en este tema logrando averiguar que el ADN también trae codificada una información fundamental: todos los patrones y esquemas mentales, emocionales y hasta psíquicos del individuo, vienen grabados en esas bandas.

En el ADN se encuentran programadas todas nuestras emociones, lo que consideramos imposible para nosotros por alguna razón, los miedos, las culpas, etc. En definitiva, todo lo que nos impide tener una vida próspera y feliz, que es lo que hemos venido a conseguir junto con un equilibrio espiritual en nuestra alma.

También en el ADN encontramos escritos nuestros dones y capacidades tanto intelectuales como energéticos. Muchos de estos dones están dormidos o desactivados porque no estamos capacitados para hacernos responsables de ellos mientras demos prioridad a todo lo anterior, es decir, mientras prioricemos  nuestras emociones negativas como miedos, culpas, etc.

Dentro de los estudios científicos se puede observar el hecho de que la raza humana está atravesando un proceso de mutación genética, lo que la comunidad espiritual llama “proceso de ascensión” en el proceso evolutivo de nuestro SER. Nos estamos transformando porque hay bandas de nuestro ADN que no estaban activas hasta ahora y que a través de este proceso genético están comenzando a activarse. Por este motivo hay personas que están notando unos síntomas: pánico, cansancio, agotamiento intenso, dificultad para dormir, dolores físicos, depresión sin motivo aparente, otras personas se levantan activas pero pronto pierden esa actividad, otras personas aumentan su capacidad de percepción olfativa, auditiva, etc. Éstos son algunos de los síntomas de mutación genética (a nivel científico) o síntomas del proceso de ascensión (a nivel más espiritual). Por este proceso pasamos todos, unos antes y otros después. Nuestra carga electromagnética cambia y por consiguiente nuestro cuerpo también tendrá que ir adaptándose. El eje electromagnético de la Tierra también ha cambiado. Nuestro cuerpo reacciona ante algo a lo que tenemos que prestarle atención, por eso notaremos unos síntomas.

El ADN tiene función energética

Estos cambios en nuestro cuerpo se producen porque las bandas de nuestro ADN dormidas se están activando. Estos síntomas no son una enfermedad, son una transformación que se está produciendo en nosotros al ir avanzando en nuestro crecimiento personal y espiritual. Esta transformación será diferente en las personas en función de motivos culturales, sociales, geográficos, de creencias limitantes, etc.

Ondas electromagnéticas

Por otro lado, podemos decir que nuestro ADN funciona como unas antenas que perciben las frecuencias de la realidad colectiva. Todos percibimos estas frecuencias procedentes del inconsciente colectivo, que se trata de un tipo de información u ondas electromagnéticas creadas y listas para ser decodificadas solo con conectarnos energéticamente a estas ondas o mundo ya creado. El inconsciente colectivo es la suma de todos los pensamientos y emociones de todo el mundo. Nuestros sentidos perciben estas frecuencias a través de nuestro ADN. Nuestra mente terminará decodificando esas ondas electromagnéticas parcialmente al tiempo que también irá construyendo asociaciones e imágenes tridimensionales que vemos como algo real.

El ADN nos ayuda a evolucionar, por eso es importante reprogramarlo, para seguir evolucionando. El Sol nos da la energía de la vida y es esta energía, la energía del Gran Sol Central, la que iremos utilizando en los diferentes ejercicios de reprogramación de nuestro ADN a través de la Literatura para el Alma. Además, junto con esa estrategia literaria, también se pueden utilizar técnicas como las metafísicas de los rayos cósmicos, arcángeles, cromoterapia, etc en función del área de vida que queramos reprogramar: finanzas, salud, amor, etc. 

A medida que vamos decodificando la información del exterior a través de nuestro ADN iremos avanzando y evolucionando permitiendo el despertar de nuestra consciencia. Así conseguiremos percibir las cosas de otra manera. Para ayudarte en tu proceso evolutivo, puedes realizar diferentes meditaciones simplemente escuchando música relajante después de una buena lectura para el alma. Por consiguiente, tu lectura te transportará a momentos, circunstancias o lugares insospechados que activarán toda tu alma. ¡Lee y escucha música para alimentar el alma, de esta manera lograrás modificar tu estado de ánimo y tu ADN!

Acompaña tu Literatura para el Alma con música para el alma